¿CÓMO CAMBIAR LO “NEGATIVO” A “POSITIVO”?
Los términos “negativo” y “positivo” quizá son inadecuados, ya que en el aspecto más puro de la realidad, no hay tal; todo simplemente, es. No obstante, manejaré esas palabras porque a fin de cuentas estamos tan habituados a utilizarlas y darles un significado, que esto contribuirá a que las ideas que pretendo proponerte en este espacio, puedan comprenderse mejor.
Desarrollar la habilidad de cambiar lo negativo a positivo, es una de las mejores cosas que podemos hacer por nosotros mismos, porque ello nos abrirá las puertas para poder ver “más allá” en todo y en todos. Esto trae como resultado la paz y una vasta comprensión de la perfección de la vida.
Todo, absolutamente todo lo que nos sucede, tiene una razón profunda y superior. Cada experiencia, persona y situación que llega a nuestra vida, es atraída y generada por nuestro ser superior para enseñarnos algo y ayudarnos a crecer. Cuando elegimos ver lo positivo que cada una de ellas nos deja, entonces estaremos generando esa alquimia que transforma lo negativo en positivo. Dice el maestro Orin: “Todo lo ocurrido en tu pasado fue por tu bien. Si pudieras creer que el universo es amigable, que siempre te está ayudando a crear tu bien superior, podrías vivir una vida de mayor paz y seguridad.”
En su hermoso libro “Volver al amor”, Marianne Williamson postula que un milagro significa a veces obtener exactamente lo que deseamos y pedimos, pero otra manifestación del mismo es el poder cambiar la forma en que percibimos algo o alguien.
Cambiar lo negativo a positivo no significa estar ciego ni auto engañarse, sino tener la voluntad de ver lo bueno que hay en todo lo que nos sucede y de entender el mensaje profundo que ello nos trae. Pondré algunos ejemplos.
Lo que las personas a tu alrededor “te hacen”, es sólo un reflejo de lo que tú te haces a ti mismo. Si ves una relación desde la perspectiva inferior y limitada, sólo verás a alguien que abusa, te miente, te traiciona, etc. Pero si tienes la voluntad de verla desde la perspectiva superior, comprenderás que eso es justamente lo que tú te estás haciendo a ti misma: traicionándote, abusando o mintiéndote. Verlo así es cambiar lo negativo a positivo, porque puedes entonces entender que lo que te sucedió con esa persona ha sido para tu bien mayor y has aprendido y hecho cambios saludables en tu vida, gracias a ello.
Otro ejemplo: te quedaste sin trabajo. Esto puede generarte tremendo estrés y preocupación, hasta que logres ver todo lo bueno que esta experiencia te ha traído: la familia se ha unido más, te has confrontado con el hecho de que tú mismo alejaste de ti ese empleo con tu actitud de desprecio hacia el mismo; esto hizo que la vida simplemente respondiera a ello, quitándote de enfrente algo que constantemente criticabas, despreciabas y odiabas. Gracias a esta pérdida, aprenderás a valorar y honrar tu próximo trabajo, y ello traerá gran crecimiento, prosperidad y abundancia en tu vida.
Quizá, por otra parte, la tremenda presión al haber perdido tu empleo te llevó a establecer ¡por fin! ese negocio personal que hace tiempo visualizabas pero no te atrevías a crear.
En todo lo que te sucede, la vida te está preparando para que puedas aprender tus lecciones, soltar tus cadenas, liberar tu espíritu, y recibir todo lo bueno que se te quiere dar, lo cual no es posible cuando tus puertas están cerradas.
Cambiar lo negativo a positivo es una decisión. No se trata de estar inventando cuentos de hadas a partir de nuestras experiencias o relaciones dolorosas, ni de pintarlas de rosa. Tampoco se trata de colgarle adornitos a las cosas de la vida para que luzcan bonitas. Se trata de ver la verdad profunda que hay en todo, el bien mayor que sustenta todo lo que nos sucede, porque ahí está y es real. Lo único que nos toca es elegir verlo, o no.
Así pues, sin duda alguna, decidir cambiar lo negativo a positivo nos da paz y nos ayuda a evolucionar.