Temas para vivir mejor

Usando a los hijos como distractores


Nuestros hijos pueden fungir como grandes distractores sobre los cuales desviamos nuestra atención para no ver realidades que no nos gustaría confrontar.

 

Así por ejemplo, puede darse el caso de que en una familia los padres tengan grandes  conflictos de pareja que no han querido reconocer y mucho menos enfrentar. Serán entonces el típico estilo de pareja que nunca sale sin hijos,  que los retienen de todas las formas posibles para que estén siempre a su alrededor, como si inconscientemente supieran que si se quedan solos, brotarán esos conflictos reprimidos y negados entre ellos.

 

Algunas veces, estos padres les generan mucha culpa a sus hijos cuando no quieren ir con ellos a comer o a un viaje, y con esto logran convencerlos para que no los dejen solos, corriendo el riesgo de que surjan todos sus resentimientos, insatisfacciones y facturas por cobrar, que no desean ver.

 

Por eso algunas parejas se divorcian justamente cuando llega el momento del “nido vacío”. Los distractores se han ido, TIENEN  que verse frente a frente e inevitablemente surgirá todo lo que por años han evadido.

 

Los amigos y la familia, con gran sorpresa,  suelen decirle a esas parejas: “¡pero cómo es posible! ¿Por qué se divorcian ahora después de 20 o 30 años?

 

Muy frecuentemente, como lo comento en mi libro “Tu hijo, tu espejo”, un hijo puede desarrollar algún tipo de síntoma, que puede ser un problema de conducta o una enfermedad física, con el fin de distraer a sus padres de sus problemas de pareja reprimidos y negados.  

 

En casos como este, la comunicación de la pareja gira alrededor de ese hijo  el cual inconscientemente sabe que tiene que mantener su síntoma para seguir distrayendo a sus padres de sus fuertes conflictos no reconocidos ni resueltos, y así mantener el equilibrio de la familia.

 

Facebook

Registro

REGISTRATE para recibir información sobre la autora y sus libros

Debes ingresar un correo