Temas para vivir mejor

¿CÓMO AYUDAR A TUS HIJOS A DESARROLLAR SU AUTOESTIMA?


¿CÓMO AYUDAR A TUS HIJOS A DESARROLLAR SU AUTOESTIMA?

 

 

“Nada beneficia más al ser humano que su AUTOESTIMA”, afirma John Milton.

Porque esta nos permite sentirnos valiosos, capaces y convencidos de que merecemos ser amados, exitosos y felices.

 

Existe cierta confusión en cuanto a lo que significa tener una alta autoestima y con  frecuencia se considera que una persona la tiene, porque es déspota, agresiva y soberbia. La verdad es que estas actitudes no tienen nada que ver con la autoestima, sino con lo contrario: un complejo de inferioridad que lleva al individuo a comportarse de la manera mencionada, en un intento inconsciente de compensar su sentimiento de minusvalía.

 

Una persona con alta autoestima, es amorosa, comprensiva, capaz de reconocer sus errores y de valorar y respetar a los demás, tal como lo hace consigo misma.

 

Un valioso regalo que les podemos ofrecer a nuestros hijos, es apoyarlos para que desarrollen su autoestima. He aquí algunas recomendaciones:

 

a) Ayúdalos a desarrollar sus talentos.  Todos venimos al mundo “equipados”  con una cantidad de ellos, y nos sentimos atraídos a las experiencias y actividades que nos permiten desarrollarlos. Esto nos produce esa sensación de éxito, plenitud, satisfacción y gozo, que son muy conocidos para todos aquellos que tenemos la fortuna de trabajar en lo que nos permite poner en práctica nuestros talentos. Cuando tu hijo lleva a cabo actividades relacionadas con ellos, experimenta esos sanadores sentimientos que fortalecen su autoestima. Así mismo, si no es eficiente en algún área de su desempeño escolar, el tener actividades donde sí lo es, le ayudará a compensar su carencia y a no sentirse inferior o inadecuado.

 

Es muy fácil reconocer los talentos de tus hijos, porque todo el tiempo los muestran a través de sus juegos, comentarios y acciones. 

 

b) Usa un lenguaje temporal, no permanente, cuando le llames la atención a tus hijos. Es decir, en lugar de expresarle algo como: “Eres un egoísta” (lenguaje permanente) dile: “Te estás comportando muy egoísta con tu hermano” (lenguaje temporal).  En lugar de: “Eres un malhecho”, dile “esta tarea está muy malhecha”. Porque cuando expresas “eres”, te estás refiriendo a su identidad, como si todo él fuera siempre así, y esto va formando su auto concepto (lo que él piensa de sí mismo) lo cual es la base de la autoestima.  Con frecuencia los padres, queriendo rechazar un comportamiento, rechazamos a nuestro hijo completito,  dándole el mensaje de: “todo tú me desagradas” en lugar de: “tu comportamiento me desagrada”

 

c) Háblales de lo que te gusta de ellos y de lo que sí hacen bien. A veces los padres hacemos mucha más referencia de lo que nuestros hijos hacen “mal”, que de lo valiosos que son y las cualidades que tienen. Cuando somos niños, formamos nuestro auto concepto (lo que creemos sobre nosotros mismos), en base a lo que nos dicen los adultos significativos de nuestro alrededor, especialmente los padres. Si ellos dicen que somos malos, tontos, etc., simplemente nos la creemos, porque no hemos desarrollado el pensamiento abstracto como para discernir si es verdad o no, o hacer suposiciones complejas como: “me lo dice porque está enojado ó porque me tiene envidia porque yo digo lo que pienso y ella no puede”. Así pues, nos “tragamos” sin saborear ni masticar lo que nos dicen nuestros padres acerca de nosotros mismos, y ello se convierte en la verdad absoluta. Esto se llama introyección.

 

d) Exprésales tu amor tanto verbal como físicamente. No des por hecho que lo saben, porque aunque así sea, tus hijos necesitan escuchar y sentir que los amas. Un hijo que se siente amado, será un ser humano seguro, sano y feliz, cualidades inseparables de la autoestima.

 

e) Muéstrales con tus actos cotidianos, que son muy importantes para ti. Con cuánta frecuencia los padres llevamos a cabo acciones que les dan a nuestros hijos mensajes como estos: “mis invitados son más importantes que tú”  “primero está mi trabajo, mis amigos, todo, y luego tú”. “tú no mereces que gaste y me esfuerce en ti, como otras personas lo merecen”, etc.  Todos estos mensajes se los envías a tus hijos cuando preparas deliciosas botanas para tus invitados, pones la hermosa vajilla en la mesa y las toallas nuevas en el baño, y les dices: “no vayan a comerse eso, es para las visitas” “no usen esa toalla, es para las visitas”, etc.  Cuántas veces también, haces un compromiso con tus hijos o les prometes algo, y con la mano en la cintura lo anulas porque tu amigo o tu hermana te llamó y te propuso ir a no sé donde o hacer tal cosa.

 

Ayudar a nuestros hijos a desarrollar su autoestima, no es ninguna tarea titánica, sino una sencilla que se desarrolla en el día a día; es, sin embargo, uno de los más valiosos regalos que les podemos dar, y que le beneficiará para el resto de su vida.

 

 

 

                                                                

 

 

 

Facebook

Registro

REGISTRATE para recibir información sobre la autora y sus libros

Debes ingresar un correo