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¿CÓMO REACCIONAR A LA MASTURBACIÓN DE LOS ADOLESCENTES?


¿CÓMO REACCIONAR A LA MASTURBACIÓN DE LOS ADOLESCENTES?

 

 

En infinidad de ocasiones se han presentado frente a mi padres y madres tremendamente preocupados porque su hijo adolescente se masturba.  En algunas ocasiones están verdaderamente consternados porque sucedió que al abrir la puerta del baño o de su recámara lo encontraron justo en el momento.  Cuando me preguntan ¿qué debe uno hacer cuando abre la puerta y se encuentra a su hijo en esa situación?  Mi respuesta es: vuélvela a cerrar; y la próxima vez mejor toca antes de abrir, porque ya te diste cuenta de que a veces a tu hijo se le olvida echarle el seguro.

 

Es muy importante que comprendamos que no hay nada de malo en la masturbación, y ni se diga si la enfocamos en el contexto de la adolescencia,  donde justamente la enfocaré.

 

La masturbación ha sido satanizada a lo largo de los años, porque todo lo referido a la sexualidad se manejaba bajo esa nube de mitos y amenazas de toda clase, con el fin de provocar miedo en los jóvenes para que no se tocaran y no pecaran. 

 

Con todo el respeto que me merece cualquier religión o filosofía que la repruebe, yo hablaré de la masturbación desde el punto de vista psicológico;  y desde éste, dicho acto tiene una función muy importante en el desarrollo psicosexual del individuo. Por una parte, a través de la masturbación, el adolescente (hombre y mujer por igual) aprende a conocer su cuerpo y sus sensaciones, factores que son indispensables cuando llegue el momento de tener una relación de pareja adulta.  A veces me parece absurdo que esperemos que alguien que nunca se tocó a si mismo, sea capaz de la noche a la mañana de sentir placer sexual o dárselo a su pareja, cuando llega el momento de comprometerse con alguna.

 

Otra función importante que la masturbación tiene en la adolescencia, es el aliviar –digámoslo así- la tremenda carga sexual que el fuerte despertar hormonal   en esa etapa de la vida, genera.   Por una parte, en la adolescencia se tiene mayor producción hormonal que en ninguna otra etapa de la vida, pero por otra no es el mejor momento para tener relaciones sexuales, por lo menos en nuestra sociedad occidental. De tal forma que los jóvenes necesitan tener un escape para descargar su torrente de energía sexual, y la masturbación puede funcionar como tal.

 

No obstante, aunque es normal y hasta sana, si hay ciertas situaciones que se salen de lo normal y sano, y ameritan nuestra atención e intervención como padres.

 

Una de ellas es cuando el adolescente lleva  a cabo este acto en lugares públicos o frente a otras personas.  Hay muchos casos como estos y en este momento me viene a la memoria el de una niña que era compañera de mi hija cuando cursaba el cuarto grado de  primaria. Esta alumna era varios años mayor que el resto de sus compañeros, debido a que había perdido 3 ó 4 ciclos escolares por motivos de salud, y obviamente estaba en otra etapa de la vida que el resto del grupo. Ella se tocaba constante y abiertamente durante las horas de clase.  Algunos de nuestros hijos nos lo comentaron, y varios padres hablamos con la maestra al respecto, pidiéndole que interviniera en el asunto porque esto no era sano en lo absoluto.  Por increíble que parezca, la maestra descalificó nuestra petición diciendo que lo que ella hacía, era completamente normal a su edad.  Tuvimos que acudir a las autoridades escolares, porque si, en efecto es normal a su edad, lo que no es normal es que lo haga frente a otros.

 

Otra situación en la que podemos considerar anormal e insana la conducta de masturbación en los adolescentes, es cuando ellos se enajenan con este acto. Es decir, pasan cantidades de tiempo enormes haciéndolo; casi todo el tiempo, perdiendo el interés en otras actividades como salir, convivir con sus amigos, jugar con sus videojuegos, ver televisión, convivir con la familia, etc, porque este acto ocupa todo su interés y está obsesionado con ello.

 

Nunca hay que reaccionar con desprecio y agresión hacia los adolescentes que presentan la problemática mencionada en los párrafos anteriores, pero si será muy conveniente y necesario acudir a un psicoterapeuta para que nos ayude a revisar profundamente la situación y definir las acciones necesarias para manejarlo.

 

Por otra parte, es importante también que le propiciemos a nuestros adolescentes, muchas actividades físicas, artísticas, sociales y de todo tipo, a través de las cuales puedan encauzar su energía sexual y al mismo tiempo desarrollen sus habilidades y talentos.

 

La adolescencia es una etapa de descubrimiento, y el descubrimiento de su cuerpo y sus sensaciones es tan hermoso y digno como el de sus talentos, su personalidad, sus intereses y su propia identidad. 

 

 

 

 

 

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