¿CÓMO TE RELACIONAS CON EL DINERO?
El dinero es una fuerza poderosa. Mueve al mundo entero, crea caos y conflictos, pero también bendiciones y fabulosos actos de amor. Esa poderosa fuerza llamada dinero, se materializa en los billetes y las monedas y en todo lo que ellos pueden comprar.
Me encanta ver con detenimiento el dinero de los diferentes países. ¡Es hermoso! Plagado de símbolos, colores y significados. También me encanta ver las manifestaciones materiales que se consiguen a través del dinero, como los pasos a desnivel, los yates, las casas, las joyas, las computadoras, los automóviles, y la deliciosa comida que le quita el hambre a todo aquel que la consume. El ver y apreciar las innumerables manifestaciones del dinero, no evita que también vea los estragos que pueden causar la falta de él, o el manejo sucio del mismo.
El dinero sin lugar a dudas, puede ser una bendición o una maldición. ¿De qué depende que sea una cosa o la otra? De nuestra relación con él.
Para que el dinero sea en nuestra vida una fuente de bendiciones y amor, debemos comenzar por dejar de lado la hipocresía que muchísima gente presenta ante él, pretendiendo que no les gusta y que lo desprecian. Muchas veces se disfraza la incapacidad de generarlo, con una actitud de: “no me gusta el dinero porque soy muy espiritual y no soy materialista”. Cuídate de las personas que dicen que no les gusta el dinero, porque su hipocresía ante él las lleva inevitablemente a moverse en actos de deshonestidad cada vez que pueden. Esa hipocresía respecto al dinero, además cierra las puertas de la abundancia.
Tengo un amigo que es un exitoso hombre de negocios y tiene un hijo veinteañero que lo critica constantemente y lo tilda de materialista, capitalista y superficial. Hace poco me contó que compró un hermoso y lujoso condominio en la playa. Al escucharlo, su hijo me dijo con una actitud de superioridad y desprecio: “Ay Martha, haber si le das unos consejos a mi papá, para que deje de ser tan superfluo y materialista”. Yo le respondí: “mira mira, muy superfluo y materialista, pero ¿verdad que vas a ir encantado de la vida a pasar fines de semana y vacaciones ahí?” El sonrió levemente y me dijo: “pues… si”. En efecto, el hijo feliz de la vida se va a pasar vacaciones y fines de semana con sus amigos, quienes por cierto son medio hippies, y desprecian a los “capitalistas” superficiales que son capaces de hacer dinero, pero bien que disfrutan de los frutos de éste. Si fueran honestos y auténticos con su percepción del dinero, se quedarían a dormir en hamacas en la playa, no en un cómodo y hermoso condominio que el maldito y despreciable dinero compró.
También confronté a la esposa de un paciente que tiene la misma actitud. Le dije que si desprecia tanto al dinero y a quienes lo generan, no debería aceptar los frecuentes viajes internacionales a los que su rico esposo la lleva, con todo pagado por supuesto, incluido el abundante shopping que nunca falta.
Otras personas le tienen miedo al dinero, porque tienen creencias negativas al respecto, las cuales afirman que es malo, que hecha a perder a la gente, que es peligroso, que crea problemas. Es bien sabido que lo que tenemos en la mente, nuestras creencias, serán el disparador de cómo funcionamos en la vida. Quien le tiene miedo al dinero por supuesto que le cerrará las puertas a la abundancia y la prosperidad.
Existe un aspecto muy importante que vale la pena analizar, y es el que se refiere a la comprensión profunda de las leyes de la vida. Me refiero específicamente a estas: “todo lo que sale de mi, regresa multiplicado” “en el Universo no existe el vacío”. Aplicando estas leyes al tema que nos ocupa, diríamos: Si comparto mi dinero o los frutos del mismo, se me multiplica. Si lo dejo fluir, también, porque en el universo no existe el vacío. Si genero un vacío en mis arcas, el universo lo vuelve a llenar.
Así pues, abrirle los brazos al dinero dejando la hipocresía de que no nos gusta, compartir nuestra abundancia con otros, dejarlo fluir para que el vacío producido se vuelva a llenar y confiar en que hay suficiente, son aspectos que aseguran la abundancia y la prosperidad y convierten al dinero en amor y bendición.
Relaciónate con el dinero con amor, gratitud, honestidad, autenticidad, integridad y confianza.