¿QUÉ NOS PUEDE AYUDAR A SUPERAR EL MIEDO?
El miedo tiene un fuerte componente mental y este alimenta el estado emocional. Debido a que el miedo es tan abstracto, le asignamos una imagen, una relación con alguna experiencia del pasado, para poder darle un sentido concreto, y así decimos: tengo miedo a o de…” Este sentimiento tiene mucho que ver con el pasado y el objeto o la situación que lo causa tienden a verse con un lente de aumento.
El miedo tiene su lado útil. Puede ser una señal de alerta que nos protege y previene de algo. No obstante, cuando se vuelve una actitud ante la vida o se presenta con demasiada intensidad, se convierte en un obstáculo que nos congela y no nos deja avanzar, tomar decisiones o actuar. Normalmente es la mente la que causa esa congelación, porque en todo y siempre, puede encontrar razones para temer.
En mi opinión pues, el miedo tiene una parte “racional” y una parte que podríamos llamar “vivencial”. La primera se compone de los pensamientos y el diálogo interno y la segunda de las sensaciones tanto externas como internas y de las reacciones corporales relacionadas con este sentimiento. Vale la pena adquirir herramientas para manejar ambas facetas del miedo.
Para la parte racional, lo que yo propongo es que nos preguntemos y respondamos, cuestionamientos como los siguientes:
· ¿A qué le tengo miedo?
· ¿Qué siento que estoy perdiendo?
· ¿Qué me quiere decir mi miedo?
· ¿Qué es lo peor que puede suceder en esta situación que temo?
· Si sucede, ¿puedo “sobrevivir”?
· ¿Esto va a ser importante en un año? ¿en cinco?
· ¿Qué recursos tengo para enfrentar esto?
· ¿Puedo pedir ayuda?
Cuando nos respondemos este tipo de preguntas, nos hacemos conscientes de lo que hay detrás de ese miedo que sentimos y también nos podemos dar cuenta de que la gran mayoría de las veces, la situación no es tan grave. Con este manejo racional la intensidad del miedo disminuye y el trayecto del sentimiento se detiene.
Respecto a la parte “vivencial”, mi propuesta es:
Finalmente te digo lo que siempre recomiendo: “no me creas nada, experiméntalo y convéncete por ti mismo”.