Aspectos del medio ambiente que pueden generar conflictos
Thomas Gordon, psicólogo clínico y autor de varios libros sobre comunicación efectiva y manejo de conflictos, sugiere que con frecuencia pensamos que los conflictos son necesariamente abstractos y difíciles de resolver, pero a veces la solución es tan sencilla como modificar algo en el medio ambiente, que está contribuyendo a generarlos y a perpetuarlos. Cuando yo leí esto hace varios años, me sorprendió la simplicidad y la lógica que tienen estas propuestas que casi nunca se nos ocurren. Desde entonces tomo muy en cuenta este aspecto en mi análisis de los problemas de las familias que atiendo en mi quehacer profesional, y con suma frecuencia encuentro que uno de estos aspectos del medio ambiente está presente en sus conflictos.
A continuación te presento algunas de sus propuestas para modificar el medio ambiente y resolver o reducir la posibilidad de conflictos, aderezadas con ciertas ideas mías, producto de mi experiencia profesional.
· Enriquecimiento:
Esto significa añadir materiales o actividades al medio para hacerlo más interesante y estimulante. A veces los niños se “portan mal” simplemente porque están aburridos, sobre todo aquellos que son muy activos, creativos y de mente ágil. Enriquecer significa no sólo agregar cosas divertidas en su hogar, sino también agregar a su vida actividades que lo sean, tales como deportes, música, arte, o propiciar que conviva más con niños para que jueguen, descarguen su energía y se diviertan. La conducta de un niño malhumorado o “mal portado” puede cambiar significativamente con este simple manejo.
· Ampliación:
Numerosas investigaciones han demostrado que la aglomeración es a menudo responsable del comportamiento antisocial. Los seres humanos necesitamos nuestro propio espacio que nos da la sensación de libertad y pertenencia; es importante que cada miembro de la familia tenga bien delimitado el suyo. Sin embargo, tal vez tu realidad es que tienes una casa pequeña y no te puedes dar ese lujo. No te preocupes, hay otras formas de delimitar y marcar el propio territorio, y con ello obtener esa sensación de individualidad que da el espacio personal. Por ejemplo, en la pequeña habitación que comparten tus dos hijas, puedes poner una cortina o biombo entre las dos camas y que a su vez divida la habitación, haciendo el acuerdo de que la mitad es de una y la otra mitad de la otra. De tal forma cada una es libre de decorar su espacio como le guste.
· Empobrecimiento:
Eliminar materiales, objetos y actividades del medio, para disminuir los estímulos. Cuando el medio tiene demasiadas cosas, colores, sonidos, la gente pude sentir un exceso de estímulos y volverse irritable y ansiosa. Cuando algunos padres me cuentan que su niño no duerme bien o que es demasiado inquieto, con frecuencia encuentro una respuesta afirmativa cuando pregunto si en su recámara hay demasiados juguetes y “cosas”. Me llama la atención a cuánta gente le gusta acumular toda clase de objetos que no tienen ningún uso y a veces hasta se olvidan que los tienen. Aunque no se den cuenta de manera consciente, este exceso de cosas a su alrededor (y peor aun si están en desorden), desgasta y drena su energía y produce incomodidad e inquietud.
· Restricción:
Significa limitar o controlar el acceso al medio. Algunos padres pelean con sus niños porque toman ciertas cosas y se meten en la cocina, el estudio o cualquier otro lugar donde no se quiere su presencia porque pueden desordenar cosas o correr algún peligro. Según la edad del niño, hay que ver la forma de quitar de su alcance los objetos que no queremos que toque o que son peligrosos, cerrar la puerta con llave, o poner un barandal de esos que están a la venta con el fin de restringir el paso. En lugar de gritar, discutir o enojarte, soluciónalo restringiéndole el acceso a esos lugares u objetos.
· Simplificación:
Reducir la complejidad del medio y las actividades para evitar disputas. Cuántas veces te has molestado porque tus hijos no anotaron un mensaje que te dejó alguien que llamó, porque no ordenan los colores después de usarlos o porque no acomodan la secadora y el cepillo del cabello en el baño. Tal vez no hay una libreta y una pluma muy a la mano para anotar mensajes, o los colores vienen en una caja complicadísima y la secadora y el cepillo están muy difíciles de alcanzar y almacenar. Simplificar significa ver la forma de ordenar y almacenar, de manera que sea muy fácil y cómodo el hacerlo. A veces la simplificación es necesaria en relación a ciertas actividades por ejemplo, elegir otra ruta menos complicada para recoger a los niños de la escuela, Comprar un tipo de queso que ya viene rayado que te facilitará cuando cocines algo con queso, etc.
· Anticipación:
Algunos conflictos se pueden evitar por medio de la programación que nos permitirá “estar listos” a tiempo y sin prisas. Tanto a niños como a adultos, nos facilita la vida el saber a qué hora saldremos de casa, a qué hora está programada la llamada telefónica para felicitar a la abuela, etc. Un asunto que causa muchas discusiones y regaños de padres a hijos es el hecho de que no le avisan a sus niños o adolescentes a qué hora quieren que apaguen la televisión o dejen el videojuego. Hay que informarles con anticipación, de manera que ellos se programen para hacerlo. Cuando los niños son pequeños y no saben leer el reloj o no tienen noción de lapsos de tiempo como media hora o 20 minutos, es muy útil usas alarmas de reloj o de cronómetros, de manera que les advertimos que cuando suene la alarma es el momento de apagarle, o de dejar de jugar, lavarse las manos y sentarse a cenar.
Cuando compramos un aparato electrónico en el manual viene una tabla guía para solución de problemas. La primera línea siempre dice algo como: “si el aparato no enciende: verifique que está conectado” Primero la solución más simple y de ahí a la más compleja, que es llamar al servicio técnico. De la misma forma, cuando te des cuenta de un conflicto familiar que se repite, comienza por analizar lo más simple. Probablemente encuentres que sólo es necesario algún cambio en el medio ambiente para resolverlo. Y si no, entonces llama al “servicio técnico psicológico”.