Temas para vivir mejor

ESPECIALMENTE PARA LOS PADRES (Y para que lo lean las madres y los abuelitos)


ESPECIALMENTE PARA LOS PADRES

 

(Y para que lo lean las madres y los abuelitos)

 

“Un padre vale por cien maestros”, dice George Herbert. 

 

Desde hace muchos años, cuando pienso en “padre”, me viene a la mente la imagen de un grande y frondoso árbol; de esos con un grueso y fuerte tronco y enormes raíces, tan enormes que se levantan majestuosas sobre el suelo; con una copa frondosa, espesa y vasta, bajo la cual se aspira una mágica frescura y uno se siente protegido y seguro. Esa es mi imagen favorita del símbolo de un padre. 

 

¡Afortunados los hijos que tienen uno así!

 

En la situación de divorcio, las madres cometemos monumentales errores como los que mencioné en el apartado anterior, y ustedes, mis queridos señores, también cometen otros. El haber escrito la sección “especialmente para las madres”, es para llevarnos a hacer consciencia de esos graves errores y sus consecuencias en la vida de nuestros hijos a los que tanto amamos.  El escribir esta sección “especialmente para los padres”, tiene el mismo propósito.

 

Cuando los seres humanos estamos resentidos y dolidos, tendemos a desear desquitarnos con quien nos causa esos tormentosos sentimientos. Si bien esta no es una reacción de lo más sana y madura, si es muy pero muy común.  Muchos padres en la situación de divorcio, al sentirse lastimados y enojados, desean -a veces consciente y a veces inconscientemente- castigar a su ex mujer, más aun cuando ella fue quien decidió divorciarse y tomó la iniciativa para llevarlo a cabo. 

 

Una forma muy común para lograr estos insanos objetivos, es no darle dinero para la manutención de sus hijos, y negarle toda clase de apoyo para su crianza. El ex esposo de una amiga mía solía decirle cada vez que ella le rogaba que le diera dinero para los uniformes, el doctor, las medicinas o cualquier otra necesidad de los hijos con la que ella de plano no podía sola: “querías divorciarte ¿verdad? ¡Pues vive las consecuencias!”

 

Algunos padres dejan de cumplir sus obligaciones con sus hijos, por una variedad de razones, pero esta de castigar a su ex al no apoyarla, es sumamente común. Si este es tu caso amigo mío, sí que la castigas y tus deseos de vengarte se vuelven realidad. Porque se le va el sueño pensando en las cuentas que tiene que pagar, se angustia al pensar que toda la carga está sobre sus espaldas, se siente agobiada y preocupada. Ninguna mujer con hijos debería estar preocupada por dinero; cuando lo está, es porque el padre no la apoya. Ninguna madre debería tener que pasar por esto.  Las madres deben estar serenas, tranquilas, para que puedan transmitirles a sus hijos  esa misma sensación, y enseñarles a confiar en la vida y en sí mismos, y a sentir que este planeta es un lugar donde vale la pena vivir.

 

El castigo que le impones al dejarla con toda la carga de la manutención de tus hijos -y a veces también de su cuidado-, no sólo se queda ahí, sino que se convierte en un castigo también para tus hijos. Porque tendrán que quedarse solos mientras su mamá se va a trabajar; porque la necesitan y extrañan; porque su  cercana presencia en los años de la infancia es indispensable para su sano desarrollo, y su ausencia deja vacíos irreparables; porque tendrán que pasar penurias económicas; porque sienten que no valen y no merecen que su padre los apoye; porque tendrán que vivir con una mamá agobiada, preocupada, estresada y mal dormida. Ningunos hijos deberían tener que pasar por esto. Por algo reza aquel sabio y viejo dicho, que lo mejor que puede hacer un padre por sus hijos si realmente los ama, es apoyar y proteger a su madre, para que ella esté tranquila, serena, feliz, y en óptimas condiciones para cuidarlos y amarlos... porque los cuidados, la cercanía y el amor de la madre, sana todo, repara todo, resuelve todo.

 

Muchas veces escucho a hombres divorciados justificar el no mantener a sus hijos, diciendo: “es que no tengo dinero”.  Mis queridos señores… ¡ella tampoco lo tiene! Se parte en mil pedazos para poder atender a tus hijos, llevarlos y traerlos, alimentarlos, checar la tarea, bañarlos y cuidarlos con todo lo que esta simple pero compleja palabra implica.  Y encima de todo, tiene que salir a trabajar, porque si ella no lo hace, tus hijos no comen. Ella no puede darse el lujo de cruzarse de brazos, voltearse a otro lado y expresar la excusa de que no tiene dinero... Ella TIENE que producirlo.  

 

Abandonar el compromiso sagrado que adquiriste con la vida al procrear a tus hijos, es un gravísimo error, que por tu propio bien y el de tus hijos, te convendría corregir.

 

Sin embargo, permíteme también decirte: se muy bien que muchas ex mujeres son sinvergüenzas y abusivas. Que tal vez tú cumples con darles una cantidad de dinero suficiente y digna para la manutención, pero tu ex mujer se lo gasta en uñas postizas y cámaras de bronceado.  

 

A un amigo mío le pasó algo así: él tenía alrededor de un año de divorciado. Mes tras mes, le daba a su ex mujer el dinero de la renta, de las colegiaturas y lo necesario para la comida y los gastos cotidianos.  Un día le llamó el dueño del departamento donde vivían su ex mujer y sus hijos y le gritó molesto que era un sinvergüenza, poco hombre, irresponsable y desobligado. Le dijo que por pura lástima no había corrido a sus hijos y su madre del departamento, porque no tenía corazón para echarlos a la calle, pero que ya se le debían 8 meses de renta y no podía aguantar más, porque esto le estaba afectando mucho su economía; le gritó que eso de no darle dinero a sus hijos para que tengan un techo, no es de hombres y que si no le pagaba de inmediato, tendría que echar fuera a sus hijos y a su ex esposa. 

 

Mi amigo estaba atónito. No podía creer lo que escuchaba; cada mes le daba a ella puntualmente el dinero de la renta y ahora se enteraba de que por 8 meses no la había pagado. Le explicó al señor lo sucedido y se disculpó por los inconvenientes que se le habían causado prometiéndole repararlos lo antes posible. 

 

¿En qué se había gastado el dinero?  Sólo ella sabe, pero su actitud sinvergüenza, mentirosa y abusiva no tiene justificación. Por 8 meses se estuvo haciendo la víctima ante su casero, argumentando que su ex no le daba dinero y por eso no podía pagarle. Generando su lástima mientras se gastaba el dinero  en Dios sabe qué, y ensuciaba a su vez la imagen de su ex esposo.

 

En otro caso,  un paciente divorciado me contó algo por el estilo. Él era un hombre de mucho dinero. Como no quería que por causa del divorcio sus hijos pasaran penurias ni restricciones económicas, decidió dejarle un par de tarjetas de crédito a su ex mujer.  Esas tarjetas eran pagadas cada mes por su contadora como acostumbraba hacerlo antes del divorcio, y él ni se enteraba de cuánto o en qué gastaba,  Un día, por pura curiosidad o tal vez por intuición, sintió el impulso de darle una revisada  a algunos estados de cuenta.  Para su sorpresa, encontró que había compras significativas en tiendas donde se venden aparatos electrodomésticos, el pago a una aerolínea de un boleto de avión aunque ella no había salido de viaje, muchas compras en diversas tiendas exclusivas de ropa y otras adquisiciones en una variedad de establecimientos a las que no les encontraba ningún sentido.  

 

Al confrontar con esto a su mujer, ella simplemente se negó a darle explicaciones y no dijo una palabra más.  Ella tenía una relación desde hacía pocos meses, con un hombre de una clase social muy baja y en una situación económica deplorable, al igual que toda su familia. El indignado ex marido investigó, y se enteró de que los enseres domésticos (lavadoras, secadoras, refrigeradores, hornos de microondas), habían sido regalitos que ella les dio a las hermanas de su pareja; el boleto de avión fue para que su novio fuera a la ciudad de México de donde era oriundo, a hacer unos trámites para el nuevo empleo que consiguió como intendente de una dependencia gubernamental;  y la ropa… ¡para él por supuesto! ¡Y todo con el dinero de su ex marido!, quien tuvo la decencia de dejarla libre para usar las tarjetas, aunque lo esperado era que las usara en los gastos de sus hijos.

 

De veras que hay mujeres que no valoran la integridad de su ex; que lejos de apreciar y agradecer su apoyo, lo pisotean y  abusan sin escrúpulos. Sé muy bien que hay historias como estas. 

 

Si este es tu caso, no significa que por la actitud de tu ex mujer tengas que desamparar a tus hijos que ninguna culpa tienen. Busca la manera de hacer los pagos de escuela, renta, comida, personalmente. Llévalos tú a comprar la ropa y zapatos que necesitan, dales directamente a tus hijos el dinero para sus gastos  personales, etc.  Lo que pretendo dejar bien claro es, que tus hijos necesitan tu apoyo emocional, pero también el económico. No les haces ningún favor al otorgárselo… es su derecho nomás por estar vivos, y tu compromiso que adquiriste con la vida al convertirte en padre.

 

Yo me quito el sombrero ante los hombres que no dejan desamparados a sus hijos después del divorcio. Que en lugar de desentenderse de sus responsabilidades y ni siquiera preguntarse: “¿qué habrán comido mis  hijos durante estos años que no les he dado ni un peso?”, siguen cumpliendo con su sagrado compromiso de proveerlos, cuidarlos, amarlos y apoyarlos. A estos hombres, ¡Gracias!... Que todo les regrese multiplicado setenta veces siete… 

 

 

Otro aspecto que te quiero mencionar, es el relacionado a la importancia que tiene tu cercanía en la vida de tus hijos. Muchos padres se alejan de ellos, privándolos de su presencia: no conviven con ellos, no les llaman, no los apoyan, no los cuidan, no los proveen, no comparten la vida con ellos. Tus hijos te necesitan muchísimo y tu presencia no puede ser suplida por la madre.  Ellos necesitan tu cuidado, tu apoyo financiero, tu amor, y ninguna de estas cosas debe depender de si estás molesto con su madre, o quieres castigarla. Ella es ahora tu ex mujer, pero tus hijos nunca serán tus ex hijos.

 

En el capítulo 7, en la sección “has que ´divorcio´ no sea igual a ´abandono´” hablé ampliamente de lo que este afecta la vida de nuestros hijos. Ahora plantearé de manera concisa, los resultados de algunas investigaciones muy serias, profesionales y confiables, que muestran los efectos y consecuencias del abandono del padre.  

 

En febrero de 2008, la revista Acta Paedriatica publicó un artículo titulado. “Fathers’ Involvement and Children’s Developmental Outcomes: A Systematic Review of Longitudinal Studies” (La participación del padre y los resultados en el desarrollo de los niños. Una revisión sistemática de estudios longitudinales[1]). Los investigadores que llevaron a cabo este estudio fueron: Anna Sarkadi, Robert Kristiansson, Frank Oberklaid y Sven Bremberg. Estas fueron sus conclusiones.

La presencia del padre en la vida de sus hijos: 

  • Reduce la frecuencia de problemas de comportamiento en los hijos varones y de problemas psicológicos en las hijas mujeres, y tiene un efecto muy positivo en su desarrollo cognitivo. 
  • Reduce los índices de delincuencia en los hijos varones y de problemas económicos en la familia.
  • Tanto lo hijos hombres como las mujeres, tienden a tener más éxito en la vida.

·      La participación del padre en la escuela está asociada con una mayor probabilidad de que el alumno/a saque las mejores notas. Esto es válido tanto para padres biológicos como para padrastros y para familias encabezadas solamente por el padre.

  • Los hijos[2] cuyos padres los mantienen, viven mejor y se sienten valorados. Tienen un modelo de un hombre responsable que actúa de forma responsable. 
  • No parece tener ninguna importancia el tipo de trabajo que tiene el papá o cuánto gana, sino el hecho de que cumpla con sus responsabilidades y se esfuerce lo máximo posible.

·      Los padres que cumplen sus responsabilidades con sus hijos, experimentan más paz. Los padres que evaden su responsabilidad y se desentienden de ellos, enfrentan intensos sentimientos de vergüenza y culpa, porque al abandonar a su hijo, lo expone a un sin fin de problemas. Esto nunca le sucederá a los padres presentes en la vida de sus hijos.

 

Existe una categoría en las ciencias sociales llamada “ausencia paterna”. Esta se considera el problema social de mayor trascendencia en la actualidad. Los investigadores reconocen la ausencia o presencia del padre como un factor significativo para el fracaso o el éxito de sus hijos y su involucramiento en sus vidas hace una diferencia enorme e irremplazable en términos de educación, manutención, abusos, salud física y mental, uso de drogas, actividad sexual, embarazo y prácticamente cualquier otro indicador social, tal como lo muestran los resultados de diversas investigaciones que presentó la National Fatherhood Initiative (Iniciativa Nacional para la Paternidad) .

 

Veamos esos crudos resultados, con la esperanza de que nos hagan tomar consciencia tanto a las madres como a los padres, de la importancia de la presencia de estos en la vida de nuestros amados hijos.

 

 

 

·       Los niños sin padre tienen el doble de probabilidades de abandonar la escuela. Fuente: Departamento de Servicios Humanos y Salud de los EE.UU. Centro Nacional de Estadísticas sobre Salud. Estudio sobre salud infantil. Washington, D.C.: GPO, 1993.

 

·       Los niños cuyo padre está ausente de sus vidas tienen cinco veces más probabilidades de ser pobres. Fuente: Oficina de Censos de los EE.UU.

 

·       Un niño que no vive con su padre tiene un 54 por ciento más de probabilidades de ser más pobre que su padre. Fuente: Sorenson, Elaine y Chava Zibman. Getting to Know Poor Fathers Who Do Not Pay Child Support (Una aproximación a los padres pobres que no pagan la pensión de sus hijos ) Revista del Servicio Social 75 (septiembre de 2001): 420-434.

 

·       Los índices de mortalidad infantil son 1,8 veces más altos entre los hijos de padres ausentes. Fuente: Matthews, T.J., Sally C. Curtin y Marian F. MacDorman.  Informes de estadísticas vitales nacionales, Vol. 48, No. 12. Hyattsville, MD: Centro Nacional de Estadísticas sobre Salud, 2000.

 

·      Un estudio con 3.400 alumnos de escuelas secundarias indicó que el hecho de no convivir con los padres biológicos, aumenta cuatro veces el riesgo de presentar algún desorden afectivo. Fuente: Cuffe, Steven P., Robert E. McKeown, Cheryl L. Addy y Carol Z. Garrison. Family Psychosocial Risk Factors in a Longitudinal Epidemiological Study of Adolescents (Factores de riesgo psicosocial familiar en un estudio longitudinal y epidemiológico de adolescentes ). Revista de Psiquiatría Académica de Niños y Adolescentes en los Estados Unidos 44 (febrero de 2005): 121-129.

 

·       Incluso después de garantizar la manutención, los jóvenes de hogares con padres ausentes continúan teniendo mayores probabilidades de ir a la cárcel que aquellos que se criaron con un padre presente. Los jóvenes que nunca tuvieron un padre en el hogar tienen las probabilidades más altas. Fuente: Harper, Cynthia C. y Sara S. McLanahan. Father Absence and Youth Incarceration (Ausencia paterna y encarcelamiento juvenil ). Revista de Investigaciones sobre la Adolescencia 14 (septiembre de 2004): 369-397.

 

·       Los adolescentes, especialmente los varones, que no tienen contacto con su padre, presentaron un riesgo más alto para cometer actos delictivos contra el estado, la propiedad y las personas. Fuente: Anderson, Amy L. Individual and Contextual Influences on Delinquency: The Role of the Single-Parent Family (Influencias individuales y contextuales en la delincuencia: el papel de la familia con padres solteros ). Revista de Justicia Criminal 30 (noviembre de 2002): 575-587.

 

·       De 228 alumnos estudiados, los que tenían un padre ausente, presentaron los mayores índices de consumo de alcohol y tabaco, así como los resultados más altos en pruebas de delincuencia y agresión, en comparación con los jóvenes cuyo padre está presente. Fuente: Griffin, Kenneth W., Gilbert J. Botvin, Lawrence M. Scheier, Tracy Diaz y Nicole L. Miller. Parenting Practices as Predictors of Substance Use, Delinquency, and Aggression Among Urban Minority Youth: Moderating Effects of Family Structure and Gender (Prácticas de paternidad como vaticinadores del uso de sustancias ilegales, delincuencia y agresión entre jóvenes de minoría urbana: efectos moderadores de la estructura familiar y el género ). Psicología de comportamientos adictivos 14 (junio de 2000): 174-184.

 

·       El hecho de haber sido criado por madres solteras aumenta el riesgo de embarazo en la adolescencia, de matrimonio antes de la obtención del diploma de enseñanza media y de formación de un matrimonio en el que ambos cónyuges no cuentan ni siquiera con ese diploma. Fuente: Teachman, Jay D. The Childhood Living Arrangements of Children and the Characteristics of Their Marriages (Las configuraciones de la vivienda en la infancia y las características de los matrimonios ). Revista de Temas de Familia 25 (enero de 2004): 86-111.

 

 

·       Investigadores que estudiaron un grupo de los EE.UU. y uno de Nueva Zelanda encontraron evidencias fehacientes de que la ausencia de padre afecta la actividad sexual precoz y el embarazo en la adolescencia. Los adolescentes sin padres presentaron el doble de probabilidades de involucrarse en actividades sexuales precoces y siete veces más probabilidades de quedar embarazadas durante este período. Fuente: Ellis, Bruce J., John E. Bates, Kenneth A. Dodge, David M. Ferguson, L. John Horwood, Gregory S. Pettit y Lianne Woodward. Does Father Absence Place Daughters at Special Risk for Early Sexual Activity and Teenage Pregnancy (La ausencia del padre coloca a las hijas en una situación de riesgo especial con relación a la actividad sexual precoz y el embarazo en la adolescencia ) Desarrollo Infantil 74 (mayo/junio de 2003): 801-821.

 

·      Un análisis de los casos de abuso infantil reveló que los niños cuyo padre está ausente tienen más probabilidades de ser víctimas de abuso físico y sexual que los niños que tienen convivencia constante con su padre biológico. Estos niños presentaron:

• un riesgo 77% mayor de sufrir abusos físicos

• un riesgo 87% mayor de resultar lastimados por negligencia física

• un riesgo 165% mayor de sufrir abandono físico considerable

• un riesgo 74% mayor de ser víctimas de abandono emocional

• un riesgo 80% mayor de sufrir lesiones graves como resultado de abusos

• en términos generales, un riesgo 120% mayor de estar en peligro de sufrir algún      tipo de abuso infantil. Fuente: Sedlak, Andrea J. y Diane D. Broadhurst. The Third National Incidence Study of Child Abuse and Neglect: Final Report (Tercer estudio de incidencia nacional sobre abuso y abandono infantil: Informe final ). Departamento de Servicios Humanos y Salud de los EE.UU. Centro Nacional sobre Abuso y Abandono Infantil Washington, D.C., septiembre de 1996.r

 

Padre… ¡tus hijos te necesitan! Necesitan tu presencia para aprender sobre la vida y para sentirse seguros. Necesitan tu fuerza masculina para que le des cauce a su ímpetu y sus impulsos y para darle dirección a su agresividad natural. Necesitan tu guía para aprender a moverse en este mundo cambiante e incierto y volverse competentes y hábiles. Necesitan tu masculinidad para convertirse en verdaderos hombres y ser capaces de realizar sueños y resolver problemas y tus hijas mujeres para establecer su patrón de hombre con el que se relacionarán cuando adultas: uno responsable y bueno, o uno irresponsable y abandonador. Necesitan tu apoyo y tu amor que es irremplazable, porque la vibración del amor que proviene del padre, es muy diferente que el que proviene de la madre.  Nadie puede sustituirte. Tu ausencia deja un vacío que no puede ser llenado con nada más.  Así como madre y padre somos indispensables para procrear a un hijo, también lo somos para su crianza y sano desarrollo.

 

Estar presente en la vida de tus hijos significa simplemente, estar en contacto: llamarles por teléfono (todos los días si es posible… y yo creo que sí es posible); jugar con ellos, platicarles de tus proyectos de trabajo, de tus sueños, de tus experiencias cotidianas y que ellos te platiquen lo suyo; abrazarlos, besarlos, verlos a los ojos; apoyarlos económica y emocionalmente; ir a juntas del colegio; pasar con ellos el mayor tiempo posible; ir a lugares interesantes y divertidos; darles consejos. 

 

Para un hombre que ama a sus hijos y está dispuesto a ser un padre para ellos, estas funciones son un verdadero placer en lugar de una obligación y una carga. Aprende a disfrutar el estar con tus hijos si es que no te ha sucedido antes.  

 

Un padre me confesó avergonzado, que él sí quería ver a sus hijos y los extrañaba, pero que por orgullo no lo hacía, porque era justamente lo que su ex mujer quería y le pedía constantemente. Estar lejos de sus hijos, era una manera de castigarla.  Afortunadamente tuvo la valentía para reconocer que por ese estúpido orgullo se estaba perdiendo de estar cerca de ellos y les estaba haciendo daño, y entonces hizo cambios drásticos y muy saludables en su actitud y comportamiento. Unos meses después me escribió un correo electrónico diciéndome literalmente: “me comí mi orgullo y decidí comportarme como un hombre maduro y sano, en lugar de como un chiquillo berrinchudo. Me acerqué de nuevo a mis hijos y estoy muy feliz de haberlo hecho. Nunca antes habíamos estado tan cerca y el amor que me muestran y el que yo siento por ellos es muy grande y hermoso. ¡De lo que me estaba perdiendo!”.  

 

Es muy cierto que nada es absoluto; algunos hijos tienen una constitución interna tan fuerte, que a pesar del abandono del padre pueden sobreponerse de manera bastante buena y convertirse en seres humanos sanos, completos y exitosos. Pero para ser honestos, en la mayoría de los casos la ausencia del padre provoca grandes estragos. Y basta ver los resultados de las investigaciones para comprobarlo. 

 

Gracias por recibir mis palabras, querido compañero de la vida. 



[1] Estudios longitudinales son aquellos a través de los cuales los sujetos que se estudian son observados en varios puntos en el tiempo, comparando los datos cada cierto intervalo de tiempo para descubrir los cambios que dan en el elemento que se estudia.

[2] Es de suma importancia aclarar que aunque por razones gramaticales uso la palabra “hijo/s”,  ó “niño/s” me estoy refiriendo tanto a mujeres como varones.

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