Temas para vivir mejor

Tener creencias negativas y limitantes respecto al dinero


Existen una enorme cantidad de creencias y "dichos" acerca del dinero, que lo hacen aparecer como algo peligroso y malo que debemos evitar:

 

·               Decir dinero es decir problemas

·               El dinero echa a perder a la gente

·               Pobres, pero honrados

·               Los ricos son malos

·               Mientras más dinero, menos virtud

·               Una cartera pesada hace al corazón débil

·               Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja,  que un rico entre en el reino de los cielos.[1]

 

 

Todas estas creencias nos dan el mensaje de que si queremos ser  personas buenas y espirituales debemos ser pobres, rechazar el dinero y mejor aun, despreciarlo.

 

Si bien es cierto que la historia de la humanidad está plagada de ejemplos de personas -como Francisco de Asís, Teresa de Calcuta, Mahatma Gandhi y muchos mas-, luminosos y grandiosos seres humanos que han vivido una vida lejos de bienes materiales, ellos lo han hecho no como una hipócrita reacción de desprecio por el dinero y los bienes materiales, sino como una decisión voluntaria, en su proceso de crecimiento espiritual. 

 

Porque quienes han llegado a esos niveles de crecimiento interior, simplemente no necesitan riquezas materiales. Los éxtasis espirituales que tocan son inmensamente mayores que el júbilo que puede proporcionar cualquier cosa material; no las necesitan, e incluso es posible que les estorben y los distraigan. Por eso han renunciado a ellas,  y las  ponen en el lugar donde desean que estén. Renuncian al dinero no porque lo desprecian y lo consideran malo, sino porque ELIGEN no tenerlo. Y esto es muy diferente al hecho de  fingir que no nos importa y que no tenerlo o no  disfrutarlo nos hace mejores personas.

 

¡Qué falsedad! ésta es una de las más grandes y espeluznantes mentiras que sostenemos y hacemos como que nos la creemos.   La verdad es que el dinero nos gusta... ¡o nos encanta!, pero nos avergüenza reconocerlo porque seremos juzgados como superficiales, pecadores, malos, materialistas, centaveros, interesados.... ¡despreciables! ¡Y necesitamos tanto cuidar la imagen y ser "bien vistos"!.

 

Esa actitud de “desprecio” hacia el dinero, puede deberse a aspectos como  culpa, envidia, miedo al éxito, sentimientos de no merecer o hasta la simple incapacidad de generarlo; es decir, si no so no soy capaz de generar dinero, mejor digo que no me gusta.

 



[1] Esta frase, como todas las que sacamos de su contexto y las expresamos de manera aislada, se presta a ser rotundamente mal interpretada. Cuando el Maestro Jesús la expresó, se refirió primero a un “rico” como: Aquel que pone todo su valor y su sentido de vida en su dinero y sus bienes materiales. Que está apegado a ellos. Así mismo, cuando  habla de “El Reino de los Cielos”, dice: “El Reino de los Cielos está dentro de vosotros”.  Un rico entonces (aquel que se apega y pone todo su valor y sentido de vida en su dinero y bienes materiales), está tan distraído en ellos, tan enfocado hacia afuera, que esto le impide entrar en El Reino de los Cielos dentro de sí mismo, no está en contacto con su ser interno.  Esta clave de vida: “El Reino de los Cielos está dentro de Vosotros”, me explica y me confirma de una forma tan clara,  el significado de: “Busca el Reino de Dios y su justicia y todo lo demás vendrá por añadidura”,  que llevado a la vida cotidiana significa: “Trabaja en tu mundo interno (El Reino de los Cielos dentro de vosotros) –medita, ora, entra en contacto- y todo en tu mundo externo vendrá por añadidura. Tu mundo externo se cuidará a sí mismo, porque este es sólo un reflejo del interno.

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