Temas para vivir mejor

Para qué sirve dormir


Dormir es una necesidad básica para la vida, el equilibrio y la salud, tal como lo es comer, beber y respirar. Como toda necesidad básica, si no se satisface de manera óptima se producirán consecuencias indeseables llevando al desequilibrio emocional, físico y psicológico del individuo. Para comprenderlas, conviene revisar los beneficios del dormir, que numerosos estudios realizados a lo largo de décadas, confirman: 

 

-       Durante el sueño, el cuerpo y el cerebro se recuperan del desgaste del día.

 

-       Se reponen diversas hormonas que favorecen la producción de anticuerpos y por tanto el sistema inmunológico se refuerza y se regenera. 

 

-       Cuando estamos enfermos, por lo general después de una noche de sueño reparador amanecemos mejor, debido a todos los procesos que, durante ese lapso, el cuerpo lleva a cabo para recuperarse.

 

-       En ocasiones sucede lo contrario; cuando estamos gestando una enfermedad, por la noche se exacerba, ya que la inactividad física y el cambio normal en las funciones del cuerpo durante la noche, propician que se manifieste lo que éste está intentando resolver “tras bambalinas”, lo cual, aunque incómodo, es útil y necesario en el proceso de curación.

 

-       Se produce la hormona del crecimiento que es indispensable para los niños y jóvenes, pero también en todas las edades. Esta hormona ayuda a la reparación de los tejidos y al buen funcionamiento de los órganos. 

 

-       Las células grasas liberan leptina, que es la hormona supresora del apetito, lo cual favorece la pérdida de peso, o por lo menos el no ganarlo.

 

-       Mientras dormimos se fortalecen las conexiones neuronales, lo que incide en el funcionamiento óptimo de diversas funciones cerebrales tales como los procesos de aprendizaje, concentración y creatividad.

 

-       Se restaura el hipocampo que es el almacén de la memoria, por lo tanto, ésta mejora.

 

-       Baja la producción y los niveles de cortisol y otras hormonas asociadas con el estrés, lo que protege al corazón regulando la presión arterial y la frecuencia cardiaca, y asimismo, facilita la regulación de los niveles de colesterol.

 

-       Se produce serotonina, que propicia un estado de ánimo de alegría y motivación.

 

Cada vez que estudio cualquiera de las funciones de este maravilloso laboratorio que es el cuerpo humano, ¡más me fascino de lo increíble y perfecto que es! Con su impresionante capacidad de restablecerse, autorregularse, recuperarse, nuestro cuerpo se encarga de miles de funciones necesarias para mantenernos sanos y vivos. Lo único que a cada uno nos toca, es cuidarlo, dándole alimentos saludables, poniéndolo en movimiento a través del ejercicio, atendiéndolo cuando pierde el equilibrio y enferma. Y aun siendo tan poquito lo que tenemos que hacer para cuidar nuestro cuerpo, con frecuencia no lo realizamos. Por el contrario, lo alimentamos con productos que lo dañan y prácticamente lo abandonamos. ¡Pobrecitos de esos cuerpos cuyos dueños no los valoran ni los cuidan; mucho menos les agradecen todo lo que hace por ellos! 

 

 

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